A seis meses del asesinato de la reportera Miroslava Breach Velducea, la impunidad, como en el 99 por ciento de este tipo de crímenes contra periodistas, impera.
La información obtenida por el Gobierno del Estado desde las primeras horas, y que apuntan a una posible participación de narco-políticos de la región serrana del estado, ha sido insuficiente para concretar la detención de los probables autores materiales e intelectuales de este crimen.
¿Por qué no han sido llamados a la justicia, si hay elementos para identificarlos?
La Red de Periodistas de Juárez reitera su solidaridad para la familia de la víctima y sus compañeros más cercanos, y recuerda que cada asesinato contra un reportero es un riesgo de restricción al acceso a la información de toda la población.
La impunidad, hemos sostenido con cada caso, alienta a que se sigan cometiendo. La escalada en México ha sido brutal este 2017, con nueve asesinatos, incluyendo, por primera vez en un año, los de dos corresponsales de un periódico nacional (La Jornada): Miroslava Breach, el 23 de marzo, y Javier Valdez Cárdenas, el pasado 15 de mayo.
El Gobierno de Chihuahua ha afirmado contar con información sobre los probables responsables, por lo que generó la expectativa de detenciones y de, por primera vez en un crimen contra un reportero, la posibilidad de llegar hasta las últimas consecuencias.
Seis meses después, sin embargo, no hay un solo detenido, la justicia no llega y el mensaje de aliento a la violencia contra la prensa se mantiene y se agrava.
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